El 14 de noviembre de 1963, ocurre un hecho sorprendente. Esa mañana, muy temprano, a varias millas de la costa meridional de Islandia, unos pescadores dieron el aviso de la existencia de humo negro que salía burbujeando en pleno océano. Algunos pensaron que se trataba de un barco que se había incendiado. Otros pensaron que podría tratarse de un volcán submarino que había entrado en erupción en el lecho oceánico. Ya al atardecer, empezó a destacar al ras de las olas, una porción de lava endurecida. Y a la mañana siguiente, una minúscula isla había ya emergido sobre las aguas del océano.
La recién nacida superficie terrestre se convierte en una isla recibiendo el nombre de Surtsey, que se le otorga en honor a Surtur, el dios islandés del fuego.
Surtsey continuó con sucesivas erupciones durante los siguientes tres años y medio, hasta alcanzar una superficie de una milla cuadrada aproximadamente. Al igual que Islandia, más al norte, Surtsey dio la oportunidad a los científicos de observar una de las escasas manifestaciones volcánicas de la cordillera del Atlántico Medio con el surgir de esta nueva isla.
Surtsey al igual que Islandia, debe su existencia al magma fundido que aflora en el rift formado entre las placas norteamericana y euroasiática que año tras año se separan 1 centímetro aproximadamente. Surtsey emergió desde los fondos marinos en 1963, al igual que Islandia, la “Tierra del Fuego y el Hielo”, que lo había hecho 20 millones años antes de una manera parecida.
Las erupciones volcánicas, y el constante alejamiento de las dos placas, hacen que Islandia vea aumentar año a año su tamaño en poco más de 2 centímetros (en sentido E↔W)
Texto e imagen extraidos de: www.platetectonics.com
La isla de Surtsey se halla situada a 33 km al sur de Islandia y a 20 km de la isla de Heimæy. Pertenece al sistema volcánico de Vestmannæyjar al que también pertenece la isla de Heimæy. En los mapas se pueden observar la localización de conos adyacentes al principal que fue el que dio origen a la isla, y que se mantuvieron activos al principio de la erupción: Syrtlingur y Jolnir, que en un principio dieron origen a pequeños islotes y que más tarde desaparecieron gracias a la erosión marina. La llamada Surtla no llegó a sobrepasar el nivel del mar (Kokelaar y Durant, 1983).
← Situación de la isla de Surtsey. Mapa extraído del USGS.
En el gráfico de la derecha, se pueden observar las variaciones de la línea de costa con el paso de los años por el efectos de la erosión (y de los reajustes de las placas tectónicas). (Gráfico simplificado de Moore et al. 1992).
← Corte longitudinal E↔W de los conos volcánicos de Surtsey. (No hay exageración vertical en la escala). (Simplificado a partir de Moore, 1985).
Surtsey es un ejemplo clásico del nacimiento de una isla debido a la actividad volcánica. Los episodios eruptivos comenzaron en noviembre de 1963 y cesaron en junio de 1967. Tras este periodo eruptivo la nueva isla alcanza una altura de 130 m sobre el nivel del mar. Durante los primeros días, las erupciones no eran explosivas, y posiblemente consistieron en la efusión de un manto de lava. A medida que el volcán va creciendo, la presión del agua disminuye y la actividad volcánica se vuelve cada vez más explosiva.
Las primeras fases eruptivas fueron del tipo “freatomagmático” causadas por la interacción del magma con el agua marina. Las explosiones eran espaciadas y lanzaban nubes oscuras de vapor y cenizas a decenas o a cientos de metros sobre el cono de erupción. Ocasionalmente alguna columna de cenizas fue llevada a kilómetros de distancia de la naciente isla.
Se forma un primer cono constituido por tefra inconsistente, depositada como consecuencia de las primeras erupciones. A finales de enero de 1964 la actividad volcánica cambia de lugar y surge 400 m al NE de la anterior. La actividad freatomagmática continúa en el nuevo cono eruptivo. A medida que continúa la erupción se va formando un anillo sólido formado por los materiales piroclásticos que van protegiendo al cono volcánico de la erosión marina. En abril de 1964 la erupción de lava pasa de ser freatomagmática a efusiva apareciendo grandes cantidades de lava que acaban por extender la isla en dirección sur protegiendo la inconsistente tefra de la erosión marina. La actividad volcánica cesa en mayo de 1965. En agosto de 1966 se reanudan de nuevo las erupciones en el lado este de la isla. Los flujos de lava se desplazan hacia el sur, cubriendo los anteriores flujos. Definitivamente la actividad cesa en junio de 1967. Había durado poco más de 3 años y medio. Cerca de 1 km³ de lava y cenizas habían sido liberados por encima de la litosfera, de estos, solamente el 9% se halla por encima de la superficie del mar. En el momento de la erupción la temperatura media de la lava era de 1.140ºC.